¿SABES TODO LO QUE NECESITAS SABER SOBRE EL GLAUCOMA?

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¿SABES TODO LO QUE NECESITAS SABER SOBRE EL GLAUCOMA?

Tabla de contenido:

Glaucoma ocupa un lugar importante entre las causas de pérdida de la visión en el mundo. La incidencia se relaciona a la edad y a la existencia de otras enfermedades en aquellos que padecen de esta condición. Muchas de sus formas clínicas son asintomáticas, de manera que el nervio óptico va deteriorándose con lentitud y hace que los pacientes acudan al oftalmólogo en estadios avanzados del proceso. El daño al nervio óptico limita sustancialmente la capacidad del paciente para actuar y disfrutar plenamente de la vida, a lo cual se suma que su repercusión socioeconómica es enorme, por lo que hoy representa una prioridad médica en numerosos países. En el ojo sano, un líquido claro llamado humor acuoso circula dentro de la parte frontal del ojo. Para mantener una presión constante y normal en el ojo, éste produce continuamente una pequeña cantidad de humor acuoso, mientras que una cantidad igual del líquido sale del ojo. En el paciente con glaucoma, el humor acuoso no fluye hacia afuera del ojo correctamente. La presión del líquido que queda en el ojo aumenta y, con el tiempo, causa daños a las fibras del nervio óptico. Solo la mitad de los tres millones de estadounidenses que se estima tienen glaucoma, están conscientes de que tienen la condición.

Tipos y Causas de Glaucoma:

Las causas del glaucoma incluyen una presión ocular elevada (llamada presión intraocular o PIO) debido a la incapacidad del ojo de drenar líquido de manera eficiente.

Cuando se tiene glaucoma, el humor acuoso no fluye a través de la red trabecular correctamente. Si el ángulo de drenaje se vuelve menos eficiente en drenar el líquido, como en un glaucoma de ángulo abierto común, el exceso de líquido no puede salir del ojo correctamente, haciendo que la presión intraocular (PIO) aumente. Con el tiempo, una PIO elevada causa daños a las fibras nerviosas. Si el ángulo de drenaje se bloquea totalmente, la presión del ojo se eleva rápidamente, resultando en un ataque de glaucoma de ángulo cerrado el cual conlleva dolor en los ojos y la frente, náusea y vómito. Un ataque de glaucoma de ángulo cerrado es una emergencia médica y debe ser tratado inmediatamente.

En algunos casos, el daño al nervio óptico entre diferentes pacientes puede suceder con un nivel de presión del ojo diferente. Su oftalmólogo establece la presión ideal que el ojo debe tener para prevenir un daño adicional al nervio óptico. Cada paciente tiene una presión ideal diferente.

Algunas personas tienen un glaucoma de tensión normal, o glaucoma de baja tensión. La presión del ojo es siempre inferior a 21 mm Hg, pero un daño al nervio óptico y una pérdida del campo visual todavía pueden ocurrir.

El glaucoma congénito es un tipo raro de glaucoma que se desarrolla en bebés y niños pequeños. Puede ser hereditario, y ocurre cuando el sistema de drenaje del ojo no se desarrolla completa o correctamente antes del nacimiento.

Con frecuencia, el glaucoma puede ser causado por otras afecciones o enfermedades oculares. Esta condición se conoce como glaucoma secundario. Por ejemplo, alguien que tiene un tumor, o personas que se han sometido a una terapia de esteroides por un largo período de tiempo, pueden desarrollar un glaucoma secundario. Otras causas de glaucoma secundario incluyen: Lesiones en el ojo, Inflamación de los ojos, Formación de vasos sanguíneos anormales debido a una diabetes o a una obstrucción de los vasos sanguíneos retinianos, Uso de medicamentos con esteroides (pastillas, gotas, aerosoles).

Síntomas del glaucoma

En las primeras etapas, el glaucoma de ángulo abierto no presenta síntomas obvios. A medida que la enfermedad progresa produce más daño, se desarrollan puntos ciegos en la visión periférica (lateral). Estos puntos pueden pasar desapercibidos hasta que el nervio óptico haya tenido graves daños, o hasta que sea detectado por un oftalmólogo durante un examen completo de los ojos.

Personas en riesgo de desarrollar glaucoma de ángulo cerrado (también llamado glaucoma de ángulo estrecho) por lo general no presentan síntomas antes de un ataque, aunque algunos síntomas iniciales pueden incluir visión borrosa, halos, dolor de cabeza o dolor ocular leve. Un ataque de glaucoma de ángulo cerrado incluye los siguientes síntomas:

  • Dolor severo en los ojos o la frente, enrojecimiento del ojo, disminución de la visión o visión borrosa, dolor de cabeza, nausea, vómito.

Las personas con «glaucoma de tensión normal» pueden tener la presión ocular dentro de rangos normales, pero presentan señales y síntomas de glaucoma, tales como puntos ciegos en el campo de visión y daño al nervio óptico.

Algunas personas pueden no presentar síntomas de glaucoma, pero pueden tener una presión ocular más alta de lo normal (llamada hipertensión ocular). Estos pacientes son considerados como «sospechosos de glaucoma», y deben ser evaluados cuidadosamente por un oftalmólogo.

Quién está a riesgo de desarrollar Glaucoma?

Algunas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar glaucoma y deben consultar a un oftalmólogo con regularidad, especialmente para pruebas de glaucoma.

Diagnóstico del Glaucoma

Uno de los problemas con glaucoma, especialmente el glaucoma de ángulo abierto, es que generalmente no hay síntomas en las primeras etapas. Muchas personas que tienen la enfermedad no son conscientes de que la tienen. Es por esto que es importante someterse a exámenes de la vista hechos por un Doctor de los Ojos, especialmente a medida que se envejece.

Medición de la presión del ojo (tonometría) El médico mide la presión ocular mediante una tonometría. El examen de la presión del ojo es una parte importante de la evaluación de glaucoma. Una lectura de presión alta es a menudo el primer signo de que usted tiene glaucoma. Durante esta prueba, el ojo es insensibilizado con gotas para los ojos. Por lo general, la presión normal del ojo oscila entre 10 y 21 mm Hg. No obstante, personas con un glaucoma de tensión normal puede tener daños en su nervio óptico y pérdida del campo visual, a pesar de que su presión ocular continúe siendo sistemáticamente inferior a 21.

Inspección del ángulo de drenaje del ojo (gonioscopía) Una gonioscopía le permite a su oftalmólogo obtener un panorama claro del ángulo de drenaje para determinar el tipo de glaucoma que pueda tener. Su oftalmólogo, mediante el uso de un lente con espejo, puede examinar el ángulo de drenaje y determinar si usted tiene glaucoma de ángulo abierto (en el cuál el ángulo de drenaje no está funcionando eficazmente), glaucoma de ángulo cerrado (en el cuál el ángulo de drenaje está por lo menos parcialmente bloqueado), o un ángulo estrecho (peligrosamente estrecho, en el cuál el iris está tan cerca de drenaje del ojo, que puede bloquearse).

Inspección del nervio óptico (oftalmoscopia) Las pupilas son dilatadas (ensanchadas) con gotas oftálmicas para permitir al médico una mejor visión del nervio óptico. Un nervio óptico normal se compone de más de un millón de fibras nerviosas pequeñas. El glaucoma daña el nervio óptico, causando la muerte de algunas de estas fibras nerviosas y como resultado, la apariencia del nervio óptico cambia. Esto se conoce como ventosas. A medida que aumentan las ventosas, manchas negras comienzan a desarrollarse en el campo de visión.

Prueba de visión lateral o periférica (prueba de campo visual) Este es un examen del campo visual para buscar puntos ciegos en la visión del paciente, incluyendo puntos que usted ni siquiera haya notado.

La prueba se realiza con un instrumento en forma de tazón llamado perímetro. Durante el examen, un parche se coloca temporalmente en uno de los ojos de manera que sólo un ojo se pone a prueba a la vez. Puntos de luz al azar aparecen repentinamente, relampagueando alrededor del perímetro y el paciente debe presionar un botón cada vez que la luz relampaguea. Las pruebas de campo visual se realizan generalmente cada 6 a 12 meses para monitorear cambios.

Medición del grosor de la córnea, la ventana transparente en la parte delantera del ojo (paquimetría) Una sonda llamada paquímetro se coloca suavemente sobre la córnea para medir su espesor.

Medicamentos para el glaucoma

Gotas medicinales son la forma más común para tratar el glaucoma. Estos medicamentos reducen la presión del ojo de dos maneras: 1. disminuyendo la producción de humor acuoso; o 2. Mejorando el flujo a través del ángulo de drenaje. El colirio debe aplicarse todos los días. Al igual que cualquier otro medicamento, es importante que se apliquen las gotas para los ojos con regularidad, según lo prescrito por su oftalmólogo.

Nunca cambie ni deje de tomar sus medicamentos sin consultar a un médico. Si el medicamento se está agotando, pregunte al médico si debe ser ordenado de nuevo.

Si sufres de glaucoma, es importante decir a su oftalmólogo su historia médica y las medicinas que toma actualmente. También informe al médico de atención primaria y a otros médicos que esté consultando sobre los medicamentos que está tomando para el glaucoma.

Cirugía de glaucoma

La cirugía se recomienda a algunos pacientes con glaucoma. Una cirugía de glaucoma mejora el flujo de líquido hacia afuera del ojo, lo que resulta en la presión baja del ojo.

Trabeculoplastia con láser Hay dos tipos de cirugía: trabeculoplastia con láser de argón (TLA, o ALT por sus siglas en inglés) y trabeculoplastia selectiva con láser (TSL, o SLT por sus siglas en inglés).

Durante una cirugía TLA, un rayo láser hace quemaduras pequeñas, espaciadas uniformemente en la red trabecular. El láser no crea nuevos agujeros de drenaje, sino estimula el drenaje para que funcione más eficientemente.

Durante una cirugía TSL, un rayo láser de baja energía apunta hacia células específicas en los canales de drenaje (similares a una malla o red), utilizando aplicaciones de luz muy cortas. El tratamiento ha demostrado bajas en la presión ocular, comparables con una TLA. Después de una trabeculoplastia con láser, la mayoría de los pacientes continúan tomando medicamentos para el glaucoma. Para muchos, esta cirugía no es una solución permanente.

Aproximadamente la mitad de quienes reciben este tipo de cirugía desarrollan aumento de la presión del ojo de nuevo en un período de cinco años.

La trabeculoplastia con láser también puede ser utilizada como una primera línea de tratamiento para los pacientes que no están dispuestos o no pueden usar gotas para el glaucoma.

Iridotomía con Láser Durante ésta cirugía, un láser crea un pequeño agujero del tamaño de la cabeza de un alfiler a través de la parte superior del iris para mejorar el flujo del humor acuoso hacia el ángulo de drenaje.

Iridectomía periférica La iridectomía periférica se realiza en una sala de operaciones. Durante la cirugía, una pequeña parte del iris es removida, permitiendo que el fluido tenga acceso de nuevo al ángulo de drenaje. Debido a que la mayoría de los casos de glaucoma de ángulo cerrado pueden ser tratados con medicamentos para glaucoma y la iridectomía con láser, una iridectomía periférica es raramente necesaria.

Trabeculectomía Durante una trabeculectomía, una pequeña tapa o solapa es hecha en la esclerótica (la capa exterior blanca del ojo). Una ampolla de filtración, o depósito, es creada debajo de la conjuntiva (la membrana delgada y transparente que cubre la parte blanca del ojo). Una vez creada, la ampolla parece un pequeño abultamiento en la parte blanca del ojo arriba del iris, generalmente cubierto por el párpado superior. El humor acuoso puede drenar de nuevo a través de la solapa hecha en la esclerótica y acumularse en la ampolla, donde el líquido es absorbido por los vasos sanguíneos alrededor de los ojos.

Durante la cirugía, la solapa escalera se cierra con puntos diminutos. Algunos de estos puntos pueden ser removidos después de la cirugía para aumentar el drenaje. Medicamentos para reducir las cicatrices son utilizados a menudo durante y después de la cirugía.

La presión del ojo está efectivamente controlada en tres de cada cuatro personas que tienen una trabeculectomía.

Cirugía de derivación acuosa Si la trabeculectomía no se puede ser realizada, la cirugía de derivación acuosa es muy efectiva para reducir la presión ocular.

Una derivación acuosa es un pequeño tubo de plástico o una válvula conectada a un extremo de un depósito o embalse (una placa redondeada u ovalada). La derivación es un dispositivo de drenaje artificial que se implanta en el ojo a través de una pequeña incisión. La derivación cambia la dirección del humor acuoso a un área por debajo de la conjuntiva (la membrana delgada que cubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo). El líquido es absorbido por los vasos sanguíneos. Cuando el paciente ha sanado, el embalse no se ve fácilmente a no ser que se mire hacia abajo y se levante el párpado.

Es importante seguir las indicaciones del médico al pie de la letra y mantener un programa de citas periódicas para evitar mayores daños a la visión.

Bibliografía:

Academia Americana de Oftalmología, 2016.

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