No nos queda duda que tomar agua es una necesidad biológica de primer orden, y como parte de la cultura general también conocemos muchos de sus beneficios, aunque solo sea de manera superficial. De manera específica, el principal de ellos es generar una mayor diuresis, que es el proceso por el cual se desecha el líquido urinario del riñón, eliminando así las toxinas del cuerpo. Este proceso es regulado hormonalmente y se equilibra por la cantidad de líquidos ingeridos, por eso se recomienda beber en promedio, la mitad de nuestro peso (libras) en líquido (onzas) diariamente. Por ejemplo, un individuo que pesa aproximadamente 170 libras (80kg) debe beber cerca de 85 onzas de agua, lo que equivale a dos litros y medio.
La importancia del agua en nuestro organismo es tal, que incluso la Sociedad Médica Japonesa ha desarrollado una terapia alternativa que se consiste en un régimen de ingesta de agua, este tratamiento puede ayudar a controlar algunos padecimientos como la gastritis, la presión alta e incluso la diabetes.
La recomendación es la siguiente, debes tomar cuatro vasos de agua (aproximadamente 150 mililitros cada uno) inmediatamente al despertarte, después de hacerlo no debes comer nada al menos durante 45 minutos. Si te cuesta trabajo esta cantidad, puedes iniciar con un vaso y aumentar de forma progresiva hasta que llegues a los 4.
Adoptar este hábito te ayudará a mejorar el funcionamiento del cerebro, ya que las células reciben sangre oxigenada manteniendo nuestra actividad cerebral más activa.
Debido a que estimula el movimiento intestinal es una forma ideal para combatir y prevenir el estreñimiento. También te ayudará a limpiar el cutis, así podrás ayudar a mantener la elasticidad de la piel, evitando que aparezcan arrugas prematuramente.
Después de los excesos alimenticios de las fiestas navideñas y de fin de año, implementar esta recomendación es una gran idea para desintoxicar el organismo de forma natural y sencilla.