En la actualidad, cada vez es más común que los valores y las costumbres familiares ligadas a las celebraciones navideñas se transformen de acuerdo con los intereses comerciales hasta que su esencia se desvanece. La gratitud, la humildad y la generosidad han quedado un poco relegadas, sin embargo, la Navidad sigue siendo un buen camino para acercarse a los seres queridos, retomar estos valores para crecer interiormente y ofrecer lo mejor de nosotros a los que nos rodean.
Los buenos deseos, las felicitaciones y los abrazos cordiales son solo el primer paso para apelar a las emociones y fomentar los conceptos que se traducen en acciones benéficas, como la paz, la reconciliación, el amor y la esperanza.
LA FAMILIA, LOS NIÑOS Y LA NAVIDAD
La base de nuestra sociedad sigue siendo la familia, de ahí la importancia de mantener las tradiciones que promueven la unidad. Esta festividad tan colorida y llena de sorpresas es un medio inmejorable para explicar de forma divertida a los más pequeños, valores positivos como la bondad, la generosidad y la honestidad. Recuerda que los valores que se le enseñen a un niño formarán la base de sus futuras decisiones.
Estos son 3 tips que puedes probar para transmitir valores a los más pequeños del hogar en esta fecha festiva.
1. Cuentos. Sabemos que los pequeños aman las historias, entonces por qué no crear una. Elige un valor y desarrolla una historia atractiva que además de provocar sonrisas deje un mensaje constructivo.
2. Juegos didácticos. Educarlos mientras se divierten es una fórmula bastante efectiva. Reúne a la familia y planea un juego donde el tema principal sean los valores, por ejemplo, adivinanzas. Aprovecha, los regalos ya están ahí, y esa es la motivación que los niños necesitan, recuerda que sin estímulo no hay motivación para el esfuerzo.
3. Tú como padre eres la clave. No existe mejor manera de explicar conceptos a los niños que con el ejemplo, una acción ayudará a que asimilen las nuevas referencias de forma más certera. Durante la temporada navideña existen muchas iniciativas caritativas o de ayuda social que promueven los valores de solidaridad y generosidad, súmate. Por ejemplo, donar es una acción sencilla que da pie para hablar sobre este tema.
Ten en cuenta que, entre los 3 años y los 5 años, los niños ya están en condiciones de madurez para adoptar hábitos de convivencia social, así que no te preocupes, será sencillo transmitir el mensaje.
Si logramos que los niños entiendan la importancia de adoptar los valores sin que sientan que cumplen una obligación, podrán asociar la navidad con la felicidad familiar e ideas positivas, no solo con los regalos. Crear este tipo de conciencia en los pequeños traerá grandes beneficios en su desarrollo como ciudadanos e individuos, y en un futuro, también para nuestra sociedad.
El primer paso para transformar nuestro mundo en un lugar más apacible se da en casa.