Después de la erupción del volcán de Fuego en Guatemala, donde lamentablemente muchísimas personas quedaron desprotegidas, BMI organizó una serie de actividades para ayudar a una parte de los damnificados por esta catástrofe natural.
La intención de nuestros colegas no solo fue realizar un aporte material, también se buscaba llevar un poco de alegría, esperanza y calor humano. Los esfuerzos del voluntariado de nuestra compañía se sumaron a las acciones que las dependencias gubernamentales y las distintas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) han venido realizando desde que sucedió el desastre, dichas acciones se llevaron a cabo en un albergue temporal que mantiene a 600 damnificados.
Además de proveer alimentos, se llevaron a cabo actividades pensadas especialmente para los niños de las comunidades afectadas; con música, juegos, concursos y disfraces, fue posible vivir un momento de alegría con los más pequeños, aligerando un poco la carga emocional de una situación tan difícil como la que están viviendo.
Esperamos que, con el apoyo de la sociedad civil, el gobierno y las empresas con una visión humanitaria, la condición de estas personas mejore lo más pronto posible.