La Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNESCO, designó al 29 de septiembre del 2000 como el primer Día Mundial del Corazón. Esta fecha surgió como una estrategia para dar a conocer masivamente los riesgos que conllevan las enfermedades cardiovasculares, así como fomentar su prevención, control y tratamiento.
Cada año durante este día, se realizan en más de 100 países eventos para ayudar a crear conciencia sobre las enfermedades que afectan el corazón, ya que tan solo el infarto de miocardio y el accidente cerebro vascular, son las responsables del mayor número de muertes. En el mundo 17 millones de vidas se pierden cada año por estos dos padecimientos.
El primer paso para combatir los problemas que afectan el corazón es controlar los factores de riesgo, tales como la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo. Problemas que solo se pueden reducir a través de un cambio total de hábitos.
Primeramente, es necesario adoptar una rutina de activación física. La OMS recomienda hacer 30 minutos de ejercicio, 5 días a la semana para reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y de padecer enfermedades cardiovasculares. También contribuye a prevenir la hipertensión arterial, que afecta a una quinta parte de la población mundial adulta.
La alimentación es el segundo factor más importante para tener un corazón sano, en este punto algunos cambios en tu plan alimenticio pueden hacer maravillas en la prevención y control de las enfermedades antes mencionadas.
Estos son 3 ajustes básicos que debes hacer en tu dieta para mantener tu corazón en buenas condiciones:
Consume alimentos bajos en grasa
Limitar los alimentos con grasas trans, grasas saturadas y colesterol, como los dulces procesados, los productos de repostería, la comida frita, los lácteos y las carnes con alto contenido de grasa. Elige alimentos con proteína magra y usa aceites vegetales.
Incluye alimentos con Omega 3
El omega 3 es un tipo de grasa saludable que ayuda a prevenir que las arterias se bloqueen. Es recomendable incluir pescado (no frito) en tu alimentación por lo menos dos veces por semana, especialmente salmón, atún blanco, arenque, trucha arco iris, caballa y sardinas; ya que son los tipos de pescado que tienen un alto contenido de ácidos grasos omega 3. Otros alimentos con este nutriente son los productos de soya, las nueces, la linaza y el aceite de canola.
¡Apuesta por lo nutritivo!
Las frutas, vegetales, legumbres, frutos secos y cereales contienen grandes cantidades de fibra, antioxidantes, minerales, proteínas vegetales y vitaminas del grupo B que protegen la salud del corazón. Consumir aceite de oliva virgen y frutos secos, disminuye en tan solo 3 meses la presión arterial sistólica, el colesterol y los triglicéridos. Además, aumenta el colesterol bueno.
