Hoy conmemoramos el Día Mundial de la Salud, una iniciativa que vela en torno a los avances de la medicina que dictan qué hábitos de vida son mejores para llevar una serie de costumbres lo más sanas posible y así, evitar enfermedades o padecimientos que influyan negativamente en nuestra calidad de vida.
Es importante tener claro que más allá de que existen reglas generales para estar sano, también es necesario tener la opinión de un profesional pues todos los organismos se comportan de manera distinta ante determinadas circunstancias.
Aspectos como iniciar una rutina de ejercicios, una dieta más saludable o una terapia emocional, requiere absolutamente un trabajo personalizado para así, evitar sesgos y lograr los objetivos particulares que tiene cada persona.
Ante todo, vale la pena tener en cuenta que tener un horario fijo para desayunar, comer y cenar, así con un ciclo de sueño regular de un mínimo de ocho horas, son los puntos de partida para poder empezar a concebir nuestras propias vidas bajo una senda de costumbres más saludables, que sin lugar a duda tendrán un impacto significativo en nuestra calidad de vida.
Mientras no se haga un esfuerzo por mejorar la forma en que se desarrolla nuestra vida de manera interna y externa, es difícil lograr la meta: que nuestro cuerpo esté al máximo de sus capacidades en términos de salud desde el físico, la mente hasta el sector emocional.