El ritmo acelerado de nuestra rutina diaria muchas veces nos obliga a tener hábitos que a mediano y largo plazo repercuten en nuestra salud. Se habla mucho de los pasos que hay que seguir para tener una vida sana, pero casi nunca se menciona el impacto que genera en nuestras finanzas personales tener un estilo de vida poco saludable.
En muchas ocasiones la rutina nos obliga a pasar por alto las recomendaciones que nuestros médicos primarios nos hacen y, poco a poco, desarrollamos hábitos no saludables que luego de un determinado tiempo normalizamos. Acá un resumen de los más comunes:
- Beber poca agua o sustituirla con bebidas gaseosas o azucaradas
- No dormir lo suficiente por estrés o uso excesivo de redes sociales
- No respetar los horarios de comida o comer de forma apresurada
- Consumo excesivo de alcohol, tabaco o comida rápida
Y precisamente a este último hábito queremos hacer especial referencia porque es uno de los gastos que casi nunca tomamos en cuenta. Si eres una persona planificada seguramente tienes un presupuesto a detalle de tus ingresos y gastos fijos, pero quizá nunca has proyectado cuanto gastas anualmente en el consumo de alcohol, cigarrillos o comida rápida que ingieres con frecuencia.
Supongamos que eres una persona socialmente activa y te reúnes con tus amigos semanalmente, te gusta tomar whisky y en cada salida te tomas tres para pasar un rato agradable y desconectar. Si le pones un precio promedio de cinco dólares, estarías gastando 60 dólares al mes que multiplicado por 12 meses significan 720 dólares menos en tu presupuesto.
Ahora bien, si a esto le sumas el costo mensual de tus paquetes de cigarrillos y lo que inviertes en comer fuera de casa los costos aumentan. Está claro que el dinero se puede recuperar lo que no podrías recobrar es tu salud porque el uso excesivo de bebidas alcohólicas, consumo de tabaco y la ingesta de comida poco saludable traen consigo problemas que a largo se transformaran en:
- Diabetes
- Obesidad
- Envejecimiento prematuro
- Complicaciones del corazón
- Problemas para conciliar el sueño
La lista podría ser interminable, por eso importante que sepas que estos problemas de salud también tienen un impacto significativo en tus finanzas personales porque tendrás que ir al médico con mayor frecuencia, deberás desembolsar dinero para tus medicamentos y en el peor de los casos podrías requerir alguna cirugía que usualmente tiene un costo muy elevado si no cuentas con un seguro.
Otro factor negativo es la falta de actividad física y una vida sedentaria que te pueden llevar a una disminución de la productividad laboral y a un menor rendimiento en el trabajo, lo que a mediano y largo plazo también puede repercutir en tus finanzas.
Recuerda que si dejas de fumar, reduces el consumo de alcohol o bien realizas ejercicios, no solo vas a mejorar tu salud, sino que también ahorrarás dinero a largo plazo que podrías invertir para aumentar tu capital.
Desde BMI consideramos importante que dediques tiempo para crear un presupuesto acorde a tus posibilidades y ordenes tus finanzas. No se trata de dejar de vivir, al contrario, puedes incluir un monto para el ocio y compartir en familia, pero siempre manteniendo un balance para que alcances el binomio perfecto, salud física y salud financiera.
