La Tecnología ¿Cuándo pasa de ser una herramienta a una adicción?
No podemos poner en discusión el alto valor instrumental de la tecnología en el desarrollo y la cultura de la humanidad, pero también debemos comprender que este avance ha producido nuevas amenazas a nuestra salud y calidad de vida.
Hacer uso de la misma para nuestro bien en el día a día, ya sea para satisfacer nuestras necesidades o darnos un leve gusto, no es malo. Sin embargo, debemos fijar bien los límites que separan el buen uso de la tecnología y el abuso de las mismas en el que se pueda incurrir.
El uso de esta es uno de los desafíos que hemos tenido que enfrentar los seres humanos en esta era digital, donde hay mayor conectividad, sin embargo, existe mayor tendencia al aislamiento y a riesgos que antes no estaban identificados. La mayor parte de la población, en específico los adolescentes no se imagina una vida sin internet, ya que muchos nacieron y están creciendo en un mundo donde no hay distancias, la búsqueda y la obtención de la información es instantánea y la comunicación con el “otro” es un mensaje o un botón para una llamada a cualquier hora y lugar.
Muchas son las ventajas que ofrece la tecnología, actualmente con el cierre de los colegios por el coronavirus ha sido la herramienta número uno para dar continuidad al proceso de enseñanza de los estudiantes y poder salvar el año escolar. Al igual que al adulto en cuanto a los trabajos. También abre canales de conocimiento, mejora los procesos formativos, es un nuevo agente de socialización, permite la conexión social, acerca a los que están lejos, facilita alternativas para aprender cosas nuevas y provee medios para actividades de ocio (películas, juegos, visitas virtuales a museos, lugares, asistencia a conciertos virtuales) y la lista puede ser interminable.
Cada día por un tema de seguridad personal, los padres facilitan a sus hijos celulares para que se mantengan comunicados y ubicados en tiempo real y frente a un evento inesperado puedan evitarse angustia y desesperación. No obstante, frecuentemente puedes ver niños y jóvenes con teléfonos inteligentes con la libertad de buscar y encontrar información no apta para su edad.
Sin embargo ¿Somos conscientes del problema y de los riesgos que genera el desarrollo tecnológico a nuestra salud cuando se convierte en una tecnofilia?
Cuando una persona sin importar la edad utiliza aparatos electrónicos con alta frecuencia y por largas horas puede tender a abandonar otras actividades y responsabilidades importantes, aquí mencionamos algunos de los problemas y riesgos a los cuales nos exponemos:
De esta manera se puede comprender cómo la salud corre riesgo y cómo día a día surgen situaciones enfermas que atentan seriamente contra la salud y el bienestar, no solamente personal sino de toda la población.
Ahora bien ¿Cómo ayudar a alguien adicto a la tecnología? BMI te da algunos consejos que te pueden ayudar:
- Lo primero ya sea a un niño, adolescente o adulto es supervisar cuál es el uso que le están dando a la tecnología, si es como una herramienta o como un objeto de distracción y dependencia.
- Conversar y concientizar sobre los riesgos mencionados y aclararle sus dudas.
- Reorganice las rutinas.
- Tratar de que la persona establezca un horario para las responsabilidades y para el ocio, equilibrando los tiempos.
- Fomentar y proveer actividades recreativas basadas en experiencias, de manera tal que ayuden a desenfocar al individuo del uso intensivo de los aparatos electrónicos.
- Observar si ha habido cambios conductuales drásticos en sus hábitos de vida, con la finalidad de tener más tiempo para estar conectado. Si esto es así, es una se señal de alerta, para la cual es importante buscar ayuda de un profesional de la salud.
- Finalmente, recuerde que en el caso de los niños y adolescentes los padres modelan las conductas a través del ejemplo, por tanto, evalué cuál es el uso y el tiempo que está dedicando a estar conectado en la red.