Las cuatro cosas más importantes en la vida.
Las cosas que más deben ser una prioridad en la vida, muchas veces la pasamos por alto. Por ello, es muy importante, tomar un momento para identificar qué es aquello que nos hace vibrar y sentirnos realmente tranquilos y felices.
Es cierto que las necesidades y prioridades varían en gran medida en cada persona. Sin embargo, encontramos entrelazados algunos puntos en común para alcanzar el bienestar. ¡Analicemos!
Es común que las personas cuestionen el rumbo que está tomando su vida, sobre todo, cuando se atraviesa por alguna crisis o situación de dificultad en el entorno social, laboral y/o de salud.
Esta reflexión estará orientada, a sí sabemos a dónde vamos y cómo elegimos vivir nuestra vida. En muchas ocasiones realizamos acciones en la vida cotidiana de forma automática e inconsciente que posiblemente no deseamos y nos damos cuenta posteriormente que estas acciones no estaban alineadas con nuestras metas, proyectos o deseos.
Hay una frase que afirma: “Buenas preguntas generan buenas respuestas”. Así que te invitamos a preguntarte:
- ¿Sabes lo que quieres en la vida, y en caso afirmativo: ¿Qué quieres?
- ¿Percibes a veces que no tienes tiempo para hacer lo que quieres?
- ¿No estás preparándote y adquiriendo las cosas que te ayudarán a tener un mejor futuro?
Al llegar a este punto la idea es tomar conciencia si nos estamos moviendo en la dirección correcta para vivir de forma alineada con nuestros valores, objetivos y propósitos o con lo que queremos realmente.
Los cuatro ejes de las cosas más importantes
Empecemos por listar esas cuatro cosas que son fundamentales en la vida y que debemos considerar priorizar:
Cuidar tu salud.
De las cuatro cosas más importantes en la vida, la salud es la primera. De hecho, es algo que no sabemos valorar del todo hasta el día en que nos sucede algún contratiempo. En ocasiones, no tomamos conciencia de lo crucial que resulta cuidarse. Olvidamos el ejercicio y luego nos preguntamos por qué nos cansamos tanto al practicar algo de entrenamiento, dejamos de lado la dieta, pero nos quejamos de ese kilo de peso extra; incluso pasamos por alto las propias emociones y después queremos una respuesta inmediata ante el estrés que sentimos. Por tanto, si deseamos disfrutar el tiempo que compartimos con los demás o haciendo aquello que nos gusta, es imprescindible prestar atención a la salud. Si esta se deteriora, el resto de experiencias vitales quedan limitadas de forma irremediable.
Invertir en tus relaciones con los demás.
Necesitamos establecer relaciones con los demás. Con esto no estoy diciendo que tengamos que tener pareja o hijos para ser feliz. Se puede ser soltero y feliz, por supuesto. Pero no se puede estar solo y ser feliz. ¿Y cómo se disfruta de relaciones plenas? Invirtiendo tiempo y esfuerzo en ellas. Tanto con la pareja como con los amigos o la familia es necesario encontrar el tiempo para conectar, hablar, divertirse o hasta discutir cuando haga falta.
Establecer una visión positiva sobre ti mismo.
La felicidad y el bienestar empiezan por uno mismo. Tú eres la persona más importante de tu vida, y si no te has dado cuenta ya, es hora que lo hagas. No se trata de egoísmo, sino simplemente de amarse, aceptarse, y respetarse. No te compares con los demás.
Vivir tus propósitos, valores y sueños.
El verdadero sentido de la vida no se encuentra en acumular riquezas, sino en darle valor al mundo a través de lo que sueñas y en lo que crees. Persigue lo que quieres y trabaja para materializar tus sueños. Todos tenemos sueños, todos tenemos valores, también tenemos propósitos, aunque a veces nos cueste identificarlos. Para ser feliz, para experimentar esa sensación de bienestar, simplemente tienes que ser fiel a tus objetivos. Vive tu vida conforme a tus valores personales, buscando alcanzar algunos de tus sueños y cumplir tus propósitos.
Lo curioso de las respuestas es que cada aspecto, está relacionado con el resto y confluyen entre sí. Por ejemplo, si estás fuerte y sano, este estado influye en tu energía, en tu bienestar, posiblemente tienes ganas de hacer cosas y este estado de ánimo se verá reflejado en los resultados que obtengas. Si te sientes bien contigo mismo, sabes lo que quieres en cada momento y cómo quieres vivir tu vida, las relaciones con el resto de personas de tu entorno cambiarán y mejorarán y si en algún momento decides que hay alguien de quien te tienes que alejar o dejar ir, lo harás sabiendo que lo haces siendo congruente con tus valores y con lo que quieres realmente.
Mejorar en cualquiera de estas áreas, en consecuencia, no sólo tienen un impacto en esa zona, sino en las otras áreas también.