Se acerca el cierre de año y ante todas las festividades que se avecinan, siempre queda pensar en los planes que se tienen para iniciar un nuevo ciclo con cambios positivos, con la finalidad de mejorar lo que se vivió en el periodo anterior. Cabe destacar que esta situación se da tanto en el plano personal como en el laboral.
Al entrar de lleno en el terreno profesional, cabe preguntarse si estas épocas están conceptualizadas para elevar el rendimiento de un grupo de trabajo; sin embargo más allá de visualizar la motivación como una herramienta para obtener un beneficio específico en el terreno de lo laboral, es interesante focalizar nuestra perspectiva a la manera en que nuestras emociones priman en cómo nos compartamos como individuos y realizamos nuestras actividades, desde las más cotidianas, hasta las más específicas.
Es claro que, con todas las festividades y distracciones que se viven en esta época decembrina, puede darse el caso que los empleados estén con la cabeza en otro lado y puede que el rendimiento baje debido al factor emocional y a la asociación del cansancio acumulado, pero a pesar de esto, existen ciertas formas de evitar que esto suceda. Y no necesariamente mediante restricción o aleccionamiento de parte de la empresa o la organización en donde se trabaje. Sino mediante una concepción personal que puede ayudar a controlar nuestro factor emocional de otra manera: una manera de motivarse a uno mismo a dar resultados.
A continuación les compartimos una serie de consejos a tomar en cuenta para poder lograr lo mejor de este próximo cierre de año y sacar el máximo provecho a nuestra manera de trabajar.
● Desconecta el trabajo de las vacaciones: es importante darle su tiempo a cada cosa, y si no existe un balance entre nuestro quehacer laboral y nuestros momentos de convivencia y descanso, lo más probable es que no disfrutes ni uno ni otro: tomate el tiempo para vivir cada aspecto de la mejor manera.
● Hacer cambios en tu vida: lo más probable es que tengas una lista de deseos y metas a cumplir para el año entrante, sin embargo es necesario que seas realista con lo que quieres y puedes hacer. Soñar no cuesta nada, pero valorar lo que quieres hacer de aquí a un año y trabajar arduamente para lograrlo, es el primer paso en la consecución de nuestros objetivos.
● Vive la vida como un constante aprendizaje: de las experiencias de la vida, viene el aprendizaje así que tómate el tiempo para conocer más y aprender nuevas habilidades cada día de tu vida: ver la vida de esta manera de ayudará a ser cada vez más feliz y convertirte en una persona competitiva con hambre de conocimiento.
