MANTÉN TU SALUD AUDITIVA CON ESTOS 5 SENCILLOS PASOS

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MANTÉN TU SALUD AUDITIVA CON ESTOS 5 SENCILLOS PASOS

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Si bien sabemos de la importancia de los cinco sentidos del cuerpo humano, la atención que prestamos al cuidado de cada uno de ellos no suele ser la misma. Mientras que la vista es una constante preocupación para todos, el olfato, el gusto, así como el oído, quedan relegados a un segundo plano, incluso el tacto recibe atención diaria, la piel es más proclive a recibir tratamientos para mantenerla saludable.

Algo que resulta sorprendente si analizamos que el oído está conectado con la nariz, y esta a su vez tiene un efecto sobre cómo percibimos los sabores, así que si deterioramos nuestros oídos es muy probable que tengamos consecuencias en otros órganos y funciones corporales.

 ¿Qué tanto conoces sobre el sentido del oído y sus cuidados? Aquí te damos un rápido repaso por su constitución física, además de algunos tips que te ayudarán a mantener la salud del sistema auditivo.

Lo primero que hay que saber es que el oído está conformado por 3 partes fundamentales:

Oído externo. Este incluye al pabellón auricular o la aurícula, el conducto auditivo externo, el cual conecta con el oído medio. La membrana timpánica, mejor conocida como tímpano, esta parte separa el oído externo del oído medio.

Oído medio o cavidad timpánica. Está formado por tres pequeños huesos conectados que transmiten las ondas sonoras al oído interno: martillo, yunque y estribo. También incluye la trompa de Eustaquio, un conducto que une el oído medio con la parte posterior de la nariz. La trompa de Eustaquio ayuda a equilibrar la presión en el oído medio.

Oído interno. Aquí se encuentra la cóclea (que contiene los nervios de la audición), el vestíbulo y los conductos semicirculares, los cuales albergan receptores que regulan el equilibrio.

Estos 3 complejos y delicados sistemas son los encargados de detectar, transmitir y convertir los sonidos en impulsos eléctricos que el cerebro pueda interpretar.

 El gran reto en la actualidad es crear conciencia de que la audición es tan importante como la vista y que se debe proteger los oídos contra los peligros potenciales cada vez más latentes por el uso de los dispositivos móviles. Estas sencillas recomendaciones te ayudarán a mantener en buen estado tu sentido del oído.

1. No abuses del uso de reproductores de música durante más de una hora al día y mantén un volumen por debajo del 60% de la potencia máxima. Estudios revelan que incluso 8 minutos escuchando música con audífonos a un volumen muy alto puede generar daños irreversibles.

 2. Ten especial cuidado con tus oídos cuando se presenten catarros o gripes, no le restes importancia a estas enfermedades, ya que nuestra garganta está conectada con los canales auditivos. Recuerda que las infecciones están consideradas como la segunda causa de pérdida de la audición.

3. Si practicas natación, usa tapones de material hipoalergénico y flexibles para proteger el conducto auditivo. De igual forma es recomendable usarlos si asistes a conciertos o eventos donde los decibeles rebasen el límite saludable.

 4. Una sana alimentación también ayuda. El ácido fólico, la vitamina B12 y los ácidos grasos Omega 3 reducen el riesgo de padecer pérdida de audición por envejecimiento. Comer pescado al menos dos veces por semana ayuda a prevenir este problema en un 42% en personas mayores de 50 años, mientras que una alta ingesta de ácido fólico contribuye a reducir este padecimiento en un 20%.

5. Elige las mejores opciones para limpiar tus oídos. Existen muchas gotas que son efectivas para deshacer el cerumen y evitar que se generen tapones, aunque estas pueden causar irritación si tienes una piel sensible. En este caso, puedes intentar con una opción natural como gotas de aceite de oliva o de almendras. Utiliza un gotero para aplicar unas pocas gotas del aceite en tu oído y quédate en esa posición por 5-10 minutos. Ya que el proceso es lento, será necesario que repitas el procedimiento dos o tres veces al día durante 5 días para garantizar una limpieza efectiva. En casos donde el problema con el cerumen es muy drástico y persistente es necesario que asistas con el médico especialista para que realice una microsucción.

La pérdida de la audición, en la gran mayoría de los casos, es consecuencia de la evolución natural del sistema auditivo que se ve afectado por la edad, pero existen otros factores de riesgo como la exposición prolongada a ruidos de fuerte intensidad, traumatismos craneales, efectos secundarios de algunos medicamentos, casos hereditarios y enfermedades crónicas degenerativas.

Es importante acudir al especialista si tienes molestias persistentes, los exámenes auditivos son sencillos e indoloros, así que no dudes en hacerte un chequeo.

Los exámenes auditivos comienzan con una otoscopia para comprobar que no haya tapones de cerumen, inflamaciones internas, supuraciones o perforaciones. Después, se practica una audiometría tonal para determinar el umbral de audición, a continuación, se realiza una audiometría tonal vía ósea que permite medir la capacidad del oído interno. Por último, viene una audiometría verbal para evaluar la capacidad de distinguir entre sonidos de una misma palabra, así como una prueba del umbral de inconfort.

Ahora que ya tienes más información sobre el sentido auditivo, procura tener en tu lista de prioridades su cuidado.

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