Regresaron los días soleados. Como cada año, en marzo, entre el 19 y el 21, el equinoccio de primavera propicia la renovación. Es la primera estación del año en el hemisferio boreal, por lo que nos invita a florecer como florecen los árboles en esta temporada.
En marzo podemos recalcular nuestros objetivos de año nuevo; es una buena época para darnos cuenta de cómo vamos, qué hemos hecho y qué haremos en el verano. La primavera nos regala tiempo para descansar y días para reflexionar.
Todo cambia. El sol se mueve, los árboles y otras plantas polinizan, los animales se contagian del “calor”. Todo se renueva.
Hay que aprovechar, entonces, esta estación de cambios para reconectar y reestructurar. ¿Qué haremos el resto del año?
Los proyectos y las ideas que nos propusimos en el comienzo del año, pueden afianzarse con la primavera. Es otro comienzo, que no tiene que ver con el calendario. Entonces, hay que aprovecharlo. Una buena idea es escribir en un cuaderno nuestros objetivos y checar a mitad de año, cómo han evolucionado.
Vamos a soltarnos, vivamos el presente y gocemos de la vida que la primavera ha regresado. La primavera con todo lo que significa: sol, calor y renovación.
Primavera, recomienzo.
Pueden suceder muchas cosas en este año y ellas dependerán de nuestras actividades y objetivos. Porque estar tranquilo es una forma de ser feliz y ser feliz en primavera es la mejor forma de celebrar que la naturaleza y nosotros, nos renovamos.