Los problemas del medio ambiente, tales como contaminación, sobrepoblación, explotación de los recursos naturales y por consecuencia la alteración de los ecosistemas, han llevado al ser humano, a ser cada vez más consciente de las altas repercusiones que todo esto conlleva.
Lo cierto es que mientras que la industrialización de las ciudades avanza gradualmente, así como la constante modernización de la sociedad, es cada vez más difícil evitar impactos significativos que de alguna manera dañen al planeta.
Entonces surge la interrogante: ¿Qué es ser consciente?
Ser consciente es cambiar tu forma de vida, para lograr un objetivo, aunque no tenga un beneficio directo o inmediato hacia tu persona. Cabe aclarar que no todo está perdido, está en nosotros generar una cultura del cuidado que sea completamente innata en la forma de pensar de las nuevas generaciones, así como su concepción de la realidad circundante. Es a partir de diversos actos que podemos cambiar nuestra forma de ver la vida, sin necesariamente tener que ser un activista en pro de las leyes ambientales.
En esta sociedad, cada vez más mediatizada, es importante volver a conectarnos con la naturaleza: esto implica realizar más actividades al aire libre con una actitud responsable, volver a descubrir que la naturaleza es una de las maravillas más grandes que tenemos y de ahí, generar una concientización en cadena, para cuidarla lo más posible.
Te compartimos 3 consejos que pueden tener un impacto positivo en términos ambientales, simples acciones específicas que ayudarán a generar un cambio:
- Si vives relativamente cerca de tu escuela o trabajo, no es necesario que uses el auto siempre. Una bicicleta es una gran opción para que ayudes al medio ambiente, además de mantenerte en forma. Una gran opción de empezar en esta cruzada tan relevante.
- Cuando vayas a hacer las compras, adquiere una bolsa de tela para evitar la producción en masa de aquellas fabricadas en plástico y papel, que más allá de contaminar, contribuyen en la degradación de los ecosistemas.
- Evitar al máximo el uso de pajillas (conocidos también como pitillos, calimetes o popotes), ayudando así a reducir el efecto que el plástico provoca como residuo.
Como reflexión final, es de extrema importancia entender que todas las pequeñas acciones que realizamos en pos de generar un cambio en el cuidado del medio ambiente, tienen un impacto, por más insignificantes que parezcan.
¡El cambio está en tí!
«Sin un medio ambiente saludable, no podremos acabar con la pobreza ni fomentar la prosperidad. Todos tenemos una función en la protección de nuestro único hogar: podemos utilizar menos plástico, manejar menos, desperdiciar menos alimentos y enseñarnos unos a otros a cuidarlo». — António Guterres, Secretario General de la ONU.
