En la sociedad se suele asociar la palabra dieta con perder peso. Con descartar ciertos alimentos. La tenemos asociada también, a restricción, privación, escasez… en definitiva, a pasar hambre y con ello, el consiguiente sacrificio. Queremos hacer un inciso, para aclarar que etimológicamente la palabra “dieta” proviene del griego dayta, que significa “régimen de vida”, en el sentido de “estilo de vida”. Es decir, no es algo con fecha de principio y fin.
Se trata de aprender a comer de una forma saludable, alimentos reales (frutas, verduras, hortalizas, semillas, legumbres, cereales integrales, proteínas de calidad). Se trata de querer cambiar tus hábitos, decidir y elegir hacerlo, no solo porque quieres adelgazar, sino por salud; es algo bueno para ti, tu familia, tu autoestima, tu cuerpo, tu imagen, para una buena calidad de vida, vivir con mucha energía y vitalidad.
En este artículo queremos hablar de la importancia de seguir un estilo de vida saludable que te ayuda de forma diaria. Lo contrario de seguir dietas estrictas o planes detox cortos. Hacer la buena alimentación parte de tu día a día, es una propuesta inteligente, eficaz y llevadera, además de que podrás mantenerla durante mucho más tiempo, porque no se trata de un plan, sino de un estilo de vida.
La buena alimentación y la salud van de la mano.
Reconociendo que las comidas inciden en muchos aspectos del organismo, resulta esencial asegurar una nutrición saludable. La importancia de un buen estilo de vida alimenticio va más allá de lograr un peso estable. Si bien muchos se interesan en comer bien para bajar peso, una alimentación sana brinda otros beneficios relevantes que vale la pena tener en cuenta.
Beneficios de un estilo de alimentación sano y equilibrado:
- Consumir platos variados y controlados en calorías: agiliza el trabajo del metabolismo y ayuda a perder peso con más facilidad.
- Los alimentos son una fuente de “combustible” para el cuerpo: permite tener un óptimo rendimiento físico y mental.
- Comer bien protege la salud inmunitaria y cardiovascular: ayuda a una absorción adecuada de vitaminas, minerales y aminoácidos. De hecho, existen evidencias de que el aporte de determinados nutrientes estimula la función inmune.
- Diseñar platos ligeros y variados: así la carga digestiva disminuye y, por ende, se evitan trastornos como el estreñimiento.
- Una adecuada nutrición favorece la habilidad de concentración: minimiza el impacto negativo de los radicales libres sobre el cerebro.
- Ingerir nutrientes ayudan a conservar los huesos, músculos y articulaciones: como el calcio, la vitamina D, magnesio, entre otros…
En general, una buena alimentación contribuye al buen funcionamiento de los órganos vitales, lo que reduce la tendencia a desarrollar enfermedades crónicas.
Transformar las comidas en un estilo de vida que se pueda mantener en el tiempo y permita tener el peso saludable, logrando sentirse bien por dentro y por fuera. Encontrando ese equilibrio entre disfrutar, tener un peso saludable y las elecciones de vida.
No empieces una dieta que terminará algún día, no hagas más dieta ¡Transforma tu estilo de vida! Mejor elegir un cambio de hábitos y comenzar con un nuevo estilo de vida que perdure para siempre.
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