La mente y el cuerpo están muy relacionados es algo que sabemos desde hace mucho tiempo. Pero ¿en qué consiste exactamente cuidar de nuestro cuerpo? Dándole un enfoque general: no basta con solo hacer ejercicio y mantener una buena salud física, sino que también es primordial alimentar el alma para disfrutar de una vida saludable y cuidar la salud uniendo cuerpo, alma y espíritu.
A veces, hacer un pare en el camino para preguntarnos por nuestra salud es necesario. Sobre todo, si la entendemos como algo que va mucho más allá de la ausencia de enfermedades en el cuerpo y trasciende a ser un estilo de vida que implica la gestión de nuestras emociones, el cuidado, disfrute y progreso de nuestro entorno familiar, social, laboral y comunitario.
Por mucho que intentes disimular, lo que sientas por dentro es lo que exteriorizarás, la imagen que los otros se llevarán de ti, así que lo mejor que puedes hacer es alimentar tu alma para alcanzar ese bienestar físico y mental, así que vamos a descubrir cómo alimentar el alma y el cuerpo con buenos hábitos en las siguientes líneas.
¿Qué es un hábito?
Cada hábito nace de las pequeñas decisiones que, repetidas, se fortalecen en una conducta que forja un resultado determinado. Por eso, los hábitos tienen el inmenso poder de mejorar la experiencia de vida individual y colectiva, sobre todo porque ninguno sucede de manera aislada. Están interconectados y al alimentar uno, probablemente estés nutriendo el otro, como una cadena. Por ejemplo, practicar actividad física conlleva en muchos casos a alimentarse mejor.
En otras palabras, podemos decir que el ser humano es un compuesto de cuerpo, alma y mente, donde el cuerpo es el vehículo de manifestación, el alma nuestro estado espiritual y la mente la conexión entre ambos.
¿Qué debo hacer para lograr la armonía entre el cuerpo, la mente y el alma?
Cuidar el cuerpo podría ser el comienzo para lograr este equilibrio, lo cual nos permitirá tomar acción con nuestra mente.
A continuación, te presentamos las diez claves para contar con una buena salud física y mental.
- Alimentación sana. Comer sano no sólo te ayuda a mantener tu salud mental a raya, sino que, además, hace que tu cerebro se sienta mejor físicamente, manteniéndolo activo y aportándole los nutrientes necesarios para estar sano.
- Los diarios de gratitud. Un diario de gratitud se podría convertir en tu mejor aliado si tienes insomnio, es decir, problemas relacionados con la falta de descanso. Anota las tareas que tienes programadas para el día, reflexiona sobre lo que es importante y muestra gratitud por todas las cosas que pasaron a lo largo de la jornada. Escribir hará que tu cerebro se sienta más cansado, inculcando así una sensación de agotamiento que te ayudará a dormir mejor por la noche. Haz de esto una rutina, ya que un cerebro descansado es un cerebro feliz.
- Búsqueda de un propósito. La mayoría de las personas son más felices sabiendo que están esforzándose por lograr algo, que están contribuyendo a mejorar la sociedad y que tienen un propósito en la vida. Mientras que trabajar sin un objetivo claro, en pos de la nada más absoluta, no te reporta ningún tipo de satisfacción. Perseguir un objetivo puede ayudarte a sentir que tienes un motivo para seguir haciendo lo que haces.
- Meditación. Meditación y buena salud mental, la meditación puede ayudar a ralentizar el proceso de envejecimiento además de aportar otros beneficios. Meditar puede levantarte el ánimo de forma inmediata y producir una sensación general de bienestar. Algunos de los ejercicios que puedes probar a hacer son técnicas de respiración como el método 4-7-8 o la respiración alterna. También es buena idea hacer algún tipo de actividad física como el yoga para que puedas desconectar y relajarte.
- La risa. Está científicamente comprobado que la risa puede ayudar a revertir ciertos tipos de daño cerebral al liberar sustancias químicas que ayudan a fortalecer partes del cerebro que no pueden curarse de otra manera. Además de todo esto, al reír, aumenta el colesterol bueno, y se reduce la inflamación de las arterias, ¡ayudándote a mantener un corazón sano!
- Gestión del estrés. Las situaciones que provocan estrés pueden tener graves consecuencias para tu cerebro porque pueden sobrecargarlo y dejarte agotado. Aprender a enfrentarte con situaciones estresantes, como la época de exámenes o una semana de trabajo especialmente ajetreada, puede ayudarte a determinar los momentos de la semana en los que darte un respiro. Concédete el tiempo y la libertad de respirar aire fresco de vez en cuando.
- Haz tiempo para ti. Utiliza una agenda o elabora un horario, te mantendrá más organizado; mantén el contacto contigo mismo, no te pierdas de vista, tus necesidades emocionales son lo más importante. Cuando necesites descansar, hazlo; cuando te sientas enfermo, cuídate; pasa tiempo con tus amigos o contigo mismo; haz todo lo que te haga sentir bien, encuentra espacio para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Así mantendrás la ilusión de vivir y, tus metas y sueños seguirán creciendo.
- Valora y cuida tu cuerpo. El ejercicio mejora el cuerpo y la mente, porque incrementa la energía vital. Recuerda que tu alma no estará sana si tu cuerpo se siente débil. Al ejercitarnos, nuestro cerebro segrega endorfinas, la misma sustancia que segrega cuando estamos enamorados; come sano, toma abundante agua y elimina las toxinas.
- Ayuda a los demás. Servir te dará una sensación de autorrealización y satisfacción que te llevará a vivir una vida plena.
- Toma conciencia de tus emociones y reacciones negativas. Detecta el origen de la emoción negativa y el porqué de tu reacción; cuida tus reacciones, los momentos difíciles pasarán, pero podrías arrepentirte por mucho tiempo de cómo los manejaste.
Todos estos alimentos no contienen calorías y llenan vacíos, insatisfacciones, ansiedad y eliminan el estrés. La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social. En este sentido, pregúntate: ¿la suma de tus prácticas y acciones te lleva a mantener y fortalecer tu salud?
Empieza a practicar estas claves que te aconsejamos y poco a poco verás cómo tu salud mejora notablemente en todo el sentido de la palabra.