Habitualmente, si quieres conseguir algo, va a requerir un esfuerzo por tu parte. No funcionan las dietas milagrosas o el no practicar ningún deporte o ejercicio. Tampoco funcionan los estimuladores de músculos abdominales. Si quieres que algo funcione, tendrás que esforzarte.
La técnica del esfuerzo útil
Lo que más le cuesta a una persona para motivarse a hacer deporte es que el esfuerzo sea el objetivo en sí. ¿Correr media hora solo para estar en forma? Una crueldad. ¿Ir al gimnasio a levantar pesas? Un sinsentido. Se necesita otro incentivo. Lo ideal sería que se le engañara, de tal forma que hiciera deporte sin darse cuenta. Aquí algunos ejemplos:
- Caminar para desplazarte por la ciudad. Salir a caminar porque sí no es una opción viable, por mucho que sea un deporte suave y tranquilo. La caminata es quizás el mejor deporte, pero tiene que ir revestida de una capa de utilidad para que sea realmente una alternativa. ¿Qué tal si en lugar de desplazarte siempre en coche, autobús o taxi, optas por caminar de vez en cuando? Tiene varias ventajas. Puedes disfrutar más de la vista, pasar delante de las vitrinas de los comercios, cruzar algún parque, levantar la mirada para ver el cielo… Y todo eso lo haces quemando algunas calorías. Si lograrás caminar rápido media hora cada día, ya estarías mejorando mucho tu estado físico.
- Ir por las escaleras. Cuando estés en un edificio, un centro comercial o en el metro, no cojas el ascensor ni las escaleras mecánicas. En su lugar, ¿por qué no aprovechas las escaleras?
- Moverte en bicicleta. Es una solución muy práctica y rápida para llegar a cualquier lado, y mientras tanto haces ejercicio.
Como mencionamos anteriormente, el deporte ideal es aquel que no se reconoce como un ejercicio. Normalmente se trata de actividades de ocio.
¿Has probado el baile?
La música tiene algo que nos empuja a movernos sin que nos demos cuenta. Y por eso, bailar es una gran solución para cualquier persona reacia a hacer ejercicio.
Jugar Bolos
Unos cuantos amigos y a la bolera. Entre charla y risas, no te vas a dar ni cuenta de que estás lanzando peso.
¿Ejercicios minimalistas?
Contraer los abdominales cuando estás sentado, hacer flexiones contra la pared… En realidad, probablemente no sean suficientes para mejorar tu estado físico, pero siempre serán mejores que no hacer nada.
Jugar al Ping Pong, Golf, Tennis
Son algunos de los juegos que, sin darnos cuenta, entre risas, competencia y diversión, quemamos calorías.
No hay excusa.
Con estas mínimas rutinas, todos los flojos que esquivan la acción podrán estar en salud sin mucho sacrificio. ¡Anímate!
