La piel
La piel es un reflejo de lo que ocurre en el interior del cuerpo. Sus problemas pueden estar alertando de algún desequilibrio interno, físico o anímico, que conviene abordar.
La misma, encarna nuestra identidad, nos hace únicos, nos separa del medio y, al mismo tiempo, a través de ella tomamos contacto con lo que nos rodea, formamos parte del mundo y del universo.
Sus funciones
La piel resulta esencial para el control de la temperatura corporal y mediante la sudoración regula el agua. En la piel viven bacterias que ayudan al organismo a defenderse de otras que pueden resultar nocivas.
Otra de las funciones de la piel es proteger al organismo frente a las radiaciones solares perjudiciales, a las que se adapta pigmentándose. Al mismo tiempo aprovecha todos los beneficios del sol, ayudando a eliminar sustancias tóxicas a través de la transpiración.
La piel es, además, un centro sensorial. A través del tacto selecciona lo que es bueno y agradable para nosotros, y rechaza a través del dolor o el picor lo que nos perjudica.
La piel es reflejo del interior
Mediante estímulos basados en presión, calor o pinchazos, ayudar a regular la energía y así corregir desequilibrios internos.
Los problemas hepáticos pueden darle a la misma un tono amarillento, mientras que manchas rojas que no desaparecen a la presión, con fiebre y dolor de cabeza, pueden indicar meningitis. Si esta aparece seca y pálida puede tratarse de problemas renales. Puntos rojos o moratones anuncian alteraciones de la coagulación.
Pero en las agresiones a la piel la conexión no es solo física; también puede ser emocional.
Reeducar la piel es una forma de aumentar la salud y prolongar la vida
Cuanto más se favorece su renovación haciendo caer las capas epidérmicas muertas mediante prácticas de limpieza, más se activa la formación de nueva piel.
La purificación del organismo es, en gran parte, función de la piel. Por eso, en la infancia y la juventud, las enfermedades de la piel –erupciones, varicela, sarpullido, urticaria, acné…– protegen la vida antes de que las costumbres antinaturales anulen o retrasen su capacidad para depurar.
11 formas de cuidarte desde el interior al exterior
Es importante que comprenda los porqués de su problema de piel. También debe tener en cuenta que todo proceso necesita un tiempo y que hay que respetar los ritmos del cuerpo. Estos 11 consejos te ayudarán a mantenerte sano desde el interior al exterior.
- Potenciar lo sano
- Dieta y tranquilidad
- La fitoterapia
- Hidroterapia para calmar la piel
- Recurrir a técnicas de meditación y relajación
- Tomar el sol en las horas adecuadas
- Aplicar aceites y cremas y masajear
- Baños terapéuticos
- Hidratarse frecuentemente
- Realizar limpiezas profundas con un profesional
- Controlar el estrés
Muchos dicen que la belleza es superficial como la piel, que lo que importa es lo que está «adentro». Sin duda que nuestro interior es importante, pero esta, es la primera capa de defensa contra el mundo exterior. La cual también puede darnos pistas importantes sobre la salud general.