La salud femenina es un pilar fundamental para el bienestar general de las mujeres, abarcando aspectos físicos, emocionales y sociales. El cuidado adecuado en cada etapa de la vida no solo previene enfermedades, sino que también promueve una calidad de vida óptima.
¿Por qué es importante el cuidado y la salud femenina?
La atención integral de la salud femenina permite la detección temprana de afecciones como el cáncer de cuello uterino, infecciones de transmisión sexual (ITS) y trastornos hormonales. Además, aborda aspectos esenciales como la salud menstrual, la planificación familiar y la menopausia, garantizando que las mujeres puedan tomar decisiones informadas sobre su bienestar. La educación y la prevención son herramientas clave para empoderar a las mujeres en el manejo de su salud.
¿Desde qué edad una mujer debería asistir al ginecólogo?
El Instituto de Estadísticas y Censos, destaca que entre 2017 y 2023, e l 15% de los nacidos fueron de madres adolescentes, lo que representa 99 alumbramientos diarios.
La falta de acceso a anticonceptivos y la desigualdad en la calidad de atención para adolescentes, son factores clave de esta problemática según la OMS.
La OMS también destaca que la educación sexual adecuada contribuye a decisiones más informadas y saludables, ayudando a los jóvenes a postergar su vida sexual y a hacerlo de forma más segura.
Professionals for Women’s Health, recomienda que las adolescentes visiten al ginecólogo entre los 13 y 15 años para despejar dudas sobre la sexualidad y establecer una relación de confianza con el especialista.
¿Cada cuánto debemos realizarnos controles preventivos?
La frecuencia de los controles ginecológicos depende de la edad, antecedentes médicos y factores de riesgo individuales. De acuerdo con el Centro Médico ABC, los chequeos se pueden realizar una vez al año.
El especialista en ginecología del Hospital Vithas Sevilla, Francisco Márquez Maraver, señala que, entre las pruebas esenciales para la detección temprana de lesiones precancerosas en el cuello uterino, está la citología o también conocida como Papanicolau, que consiste en analizar células del cuello uterino para detectar anomalías.
Márquez recomienda empezar a realizar estas pruebas, tres años después de iniciadas las relaciones sexuales.
¿En qué consisten estos controles preventivos?
La Organización Mundial de la Salud, recomienda como medida de prevención brindar una educación sexual integral que incluya aspectos sobre relaciones, respeto, consentimiento, autonomía corporal, anatomía, pubertad, menstruación, anticoncepción, embarazo e infecciones de transmisión sexual y VIH.
Mitos y verdades sobre la salud ginecológica
- Mito: “Los tampones predisponen a contraer cáncer”
Verdad:
De acuerdo con la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Argentina, no hay evidencia científica que avale el riesgo de cáncer asociado al uso de tampones vaginales. Es fundamental seguir las indicaciones de uso, como cambiarlos cada 4 a 8 horas, según indicaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA).
- Mito: “Si no tengo pareja estable, no necesito hacerme el papanicolaou”.
Verdad:
Según la Organización Panamericana de la Salud, todas las mujeres sexualmente activas deben realizarse el papanicolaou, independientemente de su estado civil o estabilidad de pareja, ya que el virus del papiloma humano (VPH), principal causante del cáncer de cuello uterino, puede estar presente sin síntomas.
En conclusión, la salud femenina es un componente esencial del bienestar general. La educación, la prevención y la desmitificación de falsas creencias permiten a las mujeres tomar decisiones informadas y proactivas sobre su salud.
Recuerda, mantener una relación abierta y continua con el ginecólogo es fundamental para abordar cada etapa de la vida con confianza y seguridad.